Aunque el ecologismo comenzó a finales de los años 60 y 70 del siglo pasado, no fue hasta los años 90 y en especial tras el protocolo de Kioto en 1997 cuando el asunto comenzó a tomarse realmente en serio.
Desde entonces, han surgido múltiples soluciones para mejorar la economía circular y fomentar el cuidado del medio ambiente desde la industria. Este es el caso del ecodiseño, una tendencia que en la actualidad está más presente que nunca.
¿Qué es el ecodiseño?
El ecodiseño o diseño ecológico consiste en la integración sistemática de aspectos medioambientales en el diseño de productos. Se trata de un enfoque preventivo que tiene en cuenta el ciclo de vida completo del producto y su impacto ambiental total.
El ciclo de vida de estos productos comprende desde la fase inicial de diseño hasta su reciclado final, si lo tuviera. Sin olvidarse de todo lo que sucede en el medio, como la producción, el almacenamiento o el transporte.
El objetivo final de esta metodología es minimizar los impactos negativos sobre el medio ambiente a lo largo de todo el ciclo de vida del producto, sin dejar de lado las cualidades funcionales y estéticas.
Esta práctica de diseño supone un cambio de mentalidad para las empresas que todavía no lo han adoptado. Deben dar un salto cualitativo y pasar de centrarse únicamente en la funcionalidad y el beneficio económico, a contemplar también la variable ambiental como un elemento importante a tener en cuenta en sus procesos de diseño y fabricación.
Para una mayor efectividad, requiere de la participación coordinada de equipos multidisciplinares: diseñadores, ingenieros, expertos en marketing y responsables de producción, logística y ventas, entre otros.
Objetivos del ecodiseño
Como hemos comentado al explicar de qué se trata este concepto, el ecodiseño tiene como objetivo crear y fabricar objetos más sostenibles y comprometidos con el medio ambiente. Por tanto, este tipo de fabricación pretende desarrollar piezas que busquen minimizar el impacto ambiental en todo el ciclo de vida del producto. Es decir, cuenta desde el diseño de este y la selección de materiales hasta el proceso de reciclaje o eliminación del mercado.
De esta forma, las empresas trabajan en buscar soluciones sostenibles y respetuosas, a la vez que optimizan sus procesos de producción, gestión y distribución.
Otro de los puntos clave de este concepto es diseñar productos que puedan reciclarse o descomponerse más fácilmente una vez acabe su vida útil. De esta forma, se promueve el reciclaje y la reutilización.
Ventajas del ecodiseño
Dado que cada vez más se apuesta por soluciones sostenibles y lo más cuidadosas con el medio ambiente posibles, trabajar en fabricar productos más amigables es un objetivo común a muchas industrias y empresas. Y, por tanto, un factor clave para muchos consumidores, que deciden apostar por la elección de productos de este tipo. A la vez, este puede ser un factor diferenciar que marque la diferencia en un mercado cada vez más competitivo, siendo un elemento competitivo tanto a largo como a corto plazo.
Por lo tanto, algunos de los beneficios del diseño ecológico en el desarrollo de productos se pueden resumir en:
- Reduce significativamente el consumo de materia prima, agua y energía en la fabricación de estos objetos.
- Minimiza la generación de residuos y facilita el reciclaje al final de la vida útil.
- Disminuye las emisiones contaminantes en la producción y distribución.
- Proporciona un ahorro de costes a largo plazo.
- Mejora la imagen corporativa, atrayendo a consumidores eco-conscientes.
- Cumple con la legislación medioambiental actual y futura.
- Fomenta la innovación en tecnologías y procesos más sostenibles.
- Aporta un factor diferencial para poder ser referentes en sostenibilidad en su sector.
- Se puede conseguir la certificación de ecodiseño cumpliendo la norma ISO 14006:2011.
Diseño de productos y servicios sostenibles
Para implementar los principios del ecodiseño, los diseñadores deben seleccionar materiales no tóxicos, renovables y reciclables. Además, deben dar prioridad a los proveedores y procesos de producción ecoeficientes.
Es importante también minimizar el consumo de agua y el uso de energía en los procesos productivos.
En cuanto al reciclado, los productos deben estar diseñados para ser reutilizados, reparados y reciclados. Es recomendable informar al consumidor sobre cómo reciclar el producto llegado el momento de hacerlo.
Otras estrategias que suelen aplicarse en la creación de productos y servicios eco-sostenibles son:
- El análisis del ciclo de vida (ACV) para identificar los principales impactos ambientales en cada etapa (extracción, producción, distribución, uso y eliminación).
- Ecodiseño paramétrico con herramientas informáticas que permiten modificar variables y visualizar cambios en tiempo real.
- Desmaterialización, es decir, sustituir siempre que sea posible un producto físico por un servicio digital.
- Biomímesis, imitar diseños y procesos sostenibles de la naturaleza.
- Diseño modular, para facilitar la reparación y actualización del producto.
- Eco-innovación en el modelo de negocio, como los sistemas producto-servicio o economía colaborativa.
Ejemplos de ecodiseño
Este concepto de fabricación de productos a través del ecodiseño o diseño ecológico se puede aplicar a una gran variedad de sectores e industrias. Por tanto, algunos ejemplos comunes y que ya se han puesto en marcha son:
- Vehículos con materiales reciclados. En el año 2023, la marca Volvo lanzó su modelo Volvo EX30 que, entre otras cosas, utiliza telas de pantalones vaqueros reciclados para fabricar su tapicería. Es el coche con la huella de carbono más baja de la marca.
- Electrodomésticos más fáciles de reciclar y con una mayor vida útil. Se diseñan electrodomésticos que consuman menos, que sean fácil de desmontar para poder reciclar cada una de sus partes y que, además, se puedan reparar fácilmente para alargar su vida útil.
- Textil con materiales orgánicos. Se fabrican tejidos, ropa y calzado con materiales orgánicos como algodón, lana o corcho.
- Cosmética natural, sin químicos tóxicos, en envases reciclables o reutilizables.
- Juguetes de madera certificada y decorados con tintes no contaminantes o sostenibles.
- Mobiliario biodegradable para una mayor eliminación cuando se desgasten.
- Diseño modular en tecnología para facilitar el reciclaje de componentes y piezas.
Este tipo de productos confirma que las empresas pueden apostar por el ecodiseño como un concepto factible y práctico, aunque esto requiere de previsión y planificación desde la primera etapa del diseño.
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